miércoles, 5 de marzo de 2008

La Caída

El susurro de un cansancio pesado como un bunker

Se abstrae de nada y deviene un algo de concreto,

Un peso muerto, que desciende.

Caída libre de la mónada y su desgarradura:

El viento que corroe y acaricia hilachas de la piel

Se embebe y limpia la sangre, le limpia el camino

Le besa la mejilla a la sangre futura, la entrepierna,

La vulva de la sangre futura,

La matriz, el ingenio ferroso del aire, de su andar y su volver,

De su deambular a borbotones por la plaza publica.

Hay que distraer su camino terroso y sagrado,

Su Adán armado de palabras filosas, de ramas

Y oler lo rojo, ese elixir que solo huelen los ojos.

Comele entonces el clítoris amplaquetado de placer

Brindale endorfina coagulada al futuro

3 comentarios:

Nanu dijo...

Bueno voy a hacer un comentario público: Me gusta!
Igual ya los detalles de mi juicio (precario y quizás hasta ignorante del todo) te los daré en persona..
Besos miles.

Nanu dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

Che, indagando en la configuración borré un comentario: censura involuntaria.